sábado, 6 de octubre de 2012

El efecto mariposa




El término "efecto mariposa" fue acuñado por el meteorólogo y matemático Edward Lorenz al intentar hacer una predicción del clima atmosférico refiriéndose a que "el aleteo de una mariposa en Londres puede desatar una tormenta en Hong Kong".

La idea es que, dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema, una mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione de forma completamente diferente. La consecuencia práctica es que en sistemas complejos, como la predicción meteorológica es muy difícil predecir con seguridad el futuro de dichos sistemas.

Es decir, una pequeña perturbación inicial genera un proceso de amplificación y produce  un efecto considerablemente grande. Esta interrelación de causa-efecto se da en todos los eventos de la vida.

En un episodio de Los Simpson, Homer retrocedía en el tiempo hacia la prehistoria, mataba un insecto y cuando intentaba volver al futuro llegaba siempre a una realidad distinta.

Contaba el zoólogo Desmond Morris en su autobiografía: “Con Napoleón empezó todo. Si no fuese por él, no estaría aquí escribiendo estas palabras, ya que fue una de sus balas de cañón, disparadas en la guerra peninsular, la que arrancó el brazo a mi tatarabuelo, James Morris, alterando así el curso de la historia de mi familia”. 

Todos podemos encontrar en nuestra vida ejemplos como el que cuenta Morris, acontecimientos que dieron un importante giro a nuestra vida. Un accidente, un número en un juego de azar, o un estúpido tropiezo con un desconocido dependen de milésimas de segundos y, sin embargo imponen una dirección a tu trayectoria vital que es totalmente diferente a la que hubiera seguido sin ese fatal o feliz acontecimiento. ¿De cuantos actos de los que llamamos fortuitos depende el que nuestros padres se conocieran, o que nos concibieran?.  Lo mismo podríamos decir de cualquiera de nuestros antepasados.

Resulta fácil imaginar cualquier golpe de azar, cualquier casualidad aparentemente inocente que nada tiene que ver con lo que era razonablemente previsible y que altera la vida de cualquier humano. Si es la de algún líder político, o algún héroe nacional, de paso hubiera alterado la historia de los demás, es decir la Historia. Imaginemos un accidente en la juventud de Napoleón, o de Hitler que les hubiera incapacitado para ejercer el poder que tuvieron.

Pero ¿por qué algunos momentos son tan importantes y el resto del tiempo no tiene ninguna trascendencia?,  yo no veo razón para pensar que unos instantes influyen más que los demás a la hora de determinar el desarrollo de nuestra peripecia vital.

Si nuestro planeta no hubiera chocado con un gigantesco meteorito hace 65 millones de años. Si  nuestros padres no hubieran salido a cenar aquella noche. Si aquella bola de la suerte  hubiera sido otra. Si hubiera salido de casa unos segundos después aquel fatídico día. Si la pelota hubiera pasado unos milímetros más abajo. Todo sería diferente si se hubiera alterado cualquier parte del engranaje.

Cualquier acto, por insignificante que parezca, genera un efecto amplificador que determina a través de una interminable cadena de causas y efectos los acontecimientos futuros. Encuentro que el efecto mariposa, más que confirmar la presencia del caos en el devenir de la naturaleza, nos advierte de la dificultad de predecir el futuro en sistemas con gran cantidad de variables y que la mente humana no es capaz de determinar el estado futuro de éstos. Pero creo que es una prueba más de que todos los acontecimientos de nuestra vida están unidos por una inconmensurable cadena de causas y efectos que siguen las leyes que gobiernan el Universo y que afecta a toda la materia que existe. Es decir, el llamado efecto mariposa tiene todo el sentido en el marco de una concepción determinista en el cual todo el Universo permanece integrado y unido por una serie de leyes generales responsables de la armonía del cosmos. Y es asombroso que en estos momentos intentemos acercarnos a entenderla. Como dijo Einstein, lo más incomprensible del Universo es que sea comprensible. 

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