miércoles, 1 de julio de 2015

Las cuatro estaciones II - 6ª parte - Octubre 2014, Reflexiones en el otoño de la vida.





Las cuatro estaciones II

6ª parte



Reflexiones en el otoño de la vida. 


10

Octubre 2014, Otoño


Miro a lo lejos y pienso; ya pasaron varios días y todavía no puedo creer lo que he vivido.

Si me hubieran dicho hace unos meses lo que me deparaba el destino hubiera sonreído... bastante escéptico. Fue hermoso lo que viví; volver a sentir los siete, diez o doce años a esta altura de mi vida, es maravilloso.

Los amigos de la infancia son verdaderos ya que la pureza o la inocencia, hace que elijamos a los verdaderos amigos.

Hoy me siento nostálgico, con esa nostalgia que te envuelve al recordar tus primeros años de vida, años que nunca quisieran que hubieran trascurrido tan deprisa, porque solo queda de aquellos días vividos, unos leves recuerdos, de cosas muy puntuales. Como si la vida vivida en esos años, escasamente hubieran tenido instantes que a modo de flash,  evocan  unos pocos recuerdos de la infancia más temprana. 





Y yo me pregunto: ¿dónde estarán el resto de vivencias, vividas y no recordadas?, esa pregunta me la hago muy a menudo.  De pequeño, recuerdo solo algunos episodios que tuvieron un gran impacto sobre mí, y del resto de días, de horas y minutos, nunca más se supo. También es verdad que a veces, se creen recordar cosas, de tanto que se han  hablado de ellas, sobre todo en las reuniones familiares, cuando los más mayores hablan de las hazañas acaecidas en aquellos días.

¡Han pasado tantos años desde ésa niñez!, mi niñez, pero a pesar de ello, los recuerdos afloran a mi mente como una catarata de sentimientos, dulzuras y añoranzas.

Uno se destaca; el comedor de la casa compartida con otras familias, allí crecí, hubo algo entre ésas paredes que me acompañó siempre, el aroma a chocolate...




Los años nos hacen ver  la vida bajo un prisma muy distinto, cada edad tiene sus propios cristales, en los cuales cada uno de nosotros nos asomamos; aunque es verdad que  esa materia fría  se nos puede ofrecer con distintos coloridos, según sea nuestras propias experiencias... No es lo mismo la niñez que la adolescencia, y para que decir la edad adulta seguida de la edad de la experiencia, o sea la gran edad; esa edad que todos queremos llegar, pero cuando estamos en ese camino nos duele mirar hacia atrás y ver la historia de nuestra vida casi finalizada. Quizás porque seamos consciente que la meta está muy cerca, y al contrario de lo que puede ser una competición y ver el triunfo al final,  en la edad más que adulta  se ve solo el final del camino.

---Ahora mis ojos miran a través de los cristales blanquecinos de la nostalgia, y allí me encuentro perdido en unos días tan lejanos y a la vez tan presentes, ¿qué es, en la historia, un puñado de años? En la historia del universo no es nada, pero en la historia de una vida, lo es todo. Hoy me siento pequeño, como un niño perdido.---

¡Dios mío! Como ha pasado el tiempo, ha sido un abrir y cerrar de ojos, ahora cada vez que puedo me zambullo en los recuerdos de mi niñez, y eso me reconforta, porque mi infancia fue muy feliz.

Perdón si soy "cursi" hablando de sentimientos, pero a mi edad  os aseguro que me resbala todo mal comentario o sea que... siento y digo.

Irremediablemente el tiempo pasa, y nosotros también vamos envejeciendo y de vez en cuando abrimos el baúl de nuestra historia, y nos dejamos llevar por el sopor de la nostalgia, y pienso: ¡Qué tiempos aquellos! Y, ¡ay,  que rápido pasa la vida!...




Hoy, y con los recuerdos bullendo en mi cabeza, derramándose agitadamente y llegando a mi corazón como la lava de un volcán que acabara de entrar en explosión, quiero agradecer tantas cosa; quiero devolver mi amor en estas líneas a todas aquellas personas que han hecho posible que hoy con mi cabellera cana, anhele mi infancia; el cariño incondicional que me regalaron mis padres, mis amigos, vecinos; las riñas con mis hermanos y sus desvelos protectores. Hoy quiero recordar tantas, tantas cosas…

Sólo puedo decirles gracias por su amistad y su cariño de siempre. Gracias por formar parte de mi vida y mis recuerdos. Gracias por aquellos maravillosos años... ¡Y que vengan muchos más!


Va por vosotros, viejos amigos.

Por los viejos tiempos.

Por todas esas aventuras.

Por las ilusiones compartidas.

Por la amistad.








FIN



Video:

Salto de Millares

El paraíso

3ª parte

"Tal como somos..."


1ª parte



2ª parte