sábado, 20 de octubre de 2012

La niña y las mariposas





La niña y las mariposas



 
 

Cuando era niño, tenía una amiga que soñaba con ser mariposa,

le encantaban los múltiples colores que observaba en sus abanicos alados,

decía que son hadas de colores, le seducía su dulce y majestuoso vuelo.

Amaba cada mariposa, incluso a cada gusano,

sabía que para llegar a ser mariposa, hay que ser antes gusano

y que si liberas una mariposa y pides un deseo, ésta llegará al cielo y tu deseo se cumplirá.

Todos los días miraba su cuerpo, todos los días esperando ser como ellas.

Sus padres siempre la preguntaban por qué quería ser una mariposa,

ella siempre respondía que las mariposas no saben mentir, ni hacer daño a la gente

y que cuando veía una mariposa sonreía y por eso ella quería hacer felices a la gente cuando la vieran.

Decía que son mensajeras de los deseos y que, como seres silenciosos, custodian nuestros secretos.

Creció y creció buscando las mariposas, buscando ser como ellas...

Pero nunca lo conseguía....

Un día, una gran mariposa se posó en sus manos, ella se alegró de esto,

pero la mariposa quedó dormida para no despertar jamás, entonces la chica no pudo parar de llorar.

Una de sus lágrimas cayó sobre la mariposa,

aún en sus manos, en ese momento, la mariposa se unió a la piel de la chica,

de su espalda salieron unas alas de hermosos colores, como las de la mariposa que tenía en sus manos,

entonces comenzó a agitar las alas, poco a poco se fue  elevando y pudo volar,

ser libre, como siempre había querido ser……..

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