miércoles, 9 de junio de 2021

La historia del Salto de Millares - y 14ª parte - La construcción del Salto de Millares VIII - La Capilla de Nuestra Señora la Virgen del Carmen y la Escuela.

 



 

La historia del Salto de Millares 

y 14ª parte 

 

 

La construcción del Salto de Millares VIII


La Capilla de Nuestra Señora la Virgen del Carmen y la Escuela

 

Desde siempre uno de los objetivos de Hidroeléctrica Española fue el de cuidar la asistencia y protección social de sus empleados en todos los ámbitos. Muchos de sus centros de trabajo, debido a que estaban apartados de núcleos urbanos, como los poblados de Molinar(Albacete), Cofrentes, Rambla Seca y Millares, se convirtieron en núcleos demográficos con casi todos los servicios propios de una comunidad: escuela, ermita, economato y consultorio médico.

 

Rambla Seca

 

Fruto de ese celo es la presencia de pequeñas capillas, a modo de ermitas, en los poblados residenciales de los obreros; la de Cofrentes (Basta), dedicada a la Sagrada Familia; la de Rambla Seca, a San Juan Bautista y la de Millares a la Virgen del Carmen. Respecto a la capilla del Salto de Millares, leemos en la Topografía Médica de Millares, de D. Luis Báguena Corella, del año 1932, el siguiente fragmento: “...en el punto donde lo ha permitido la constitución del terreno, una pequeña explanada arreglada en jardín, está bordeada por una elegante capilla católica y dos casas gemelas que se destinan a escuelala una, y a vivienda del capellán-maestro la otra. 

 


La escuela


El aula

 

Lástima que acabadas desde hace bastantes meses, siguen sin dar la instrucción escolar al tropel de chiquillos que viven en tal caserío”. Tras la ejecución del capellán-maestro, D. Manuel Pastor Lozano, durante los primeros meses de la Guerra Civil en la carretera que unía Millares con Rambla Seca, en las proximidades del barranco de Cavera (la “Hidro” mandó levantar una cruz en su memoria), la labor pastoral la desempeñó el cura párroco de la localidad de Millares, ocupándose de la labor docente diversas maestras hasta el cierre de la escuela.

 

El poblado en 1932, al fondo, la Capilla, la escuela y la casa de la maestra.

 

La ermita, como hemos dicho antes, estaba dedicada a la Virgen del Carmen, tenía una superficie de 190 m2 con planta de cruz latina, cuyo brazo izquierdo ocupaba la sacristía, con puerta practicable al exterior. Se accedía al interior del templo por un pequeño porche aporticado. Sobre la puerta existían cinco ventanas escalonadas y sobre este frontis una espadaña que centraba la composición. El interior era de nave única de tres tramos con bóveda de cañón, mientras que la techumbre de la capilla de la derecha era de crucería. Presentaba un pequeño ábside en el testero, que interiormente albergaba un baldaquino con la imagen de la Virgen del Carmen, actualmente custodiado este conjunto, al igual que la campana, en la iglesia del pueblo de Millares. 

 



Todas las edificaciones que conformaban el poblado de empleados han sido demolidas como consecuencia de quedar por debajo del nivel de las aguas del embalse de Tous, en el caso de llegar a la cota de máximo llenado. Evidentemente, la ermita, la escuela y la casa de las maestras han desaparecido también. En las fotografías que acompañan este artículo puede apreciarse la belleza de este edificio religioso y su situación en el conjunto de edificaciones. (Por FIDEL PÉREZ BARBERÁ, Cronista Oficial de Millares)


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Con las riada de 1982, se decidió cerrar el salto de Millares, con la inauguración de la nueva presa de Tous, parte de nuestro poblado quedó enterrado bajo las aguas y derribada nuestra escuela, nuestra iglesia, nuestras casas ... pero no mis recuerdos, mis olores, mis sensaciones.

En 2002 se completó la demolición de la central y de los pabellones anexos de viviendas.

Los que hemos tenido la suerte de crecer con la naturaleza de nuestro lado, ésta llega a formar parte indisociable de nosotros y nos condiciona y nos marca de tal manera, que cuando no la tenemos cerca, la echamos mucho de menos.

La mayoría de las personas lamentablemente ya no están, incluso la mayoría de los lugares desaparecieron bajo las aguas o derribados, por lo que no puedo visitar ni pasear para intentar visualizar y recordar. No puedo dejar de sentir una nostalgia infinita y un sentimiento de calor y afecto, compartido con todos los que recuerdan aquella etapa maravillosa de la vida que me tocó vivir... sin apenas darme cuenta, que aquello era un verdadero paraíso. 

 


Aromas de mi niñez:

Ärboles frutales que huelen a abrazos.

Patio de colegio que huele a amigos.

La vereda del río que huele a silencio.

Y las hojas de los árboles que huelen

a un sol languinecido, a frescura,

a cielo desmoronándose en trozos

de hojas de morera.

 

(De mi relato, "Las cuatro estaciones -Recuerdos de mi niñez-")



FINAL 

 

 

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