lunes, 28 de octubre de 2013

El maestro y el alacrán




El maestro y el alacrán

Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó.

Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó.

Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:

"Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?"

El maestro respondió:

"La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar".

Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.

No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones.

Algunos persiguen la felicidad; otros la crean.

martes, 22 de octubre de 2013

Los Chicles Bazoka - Aquellos maravillosos años




Aún recuerdo el sabor de los Bazoka, y lo duros que estaban, te metías uno en la boca y parecía que te comías una castaña, sin embargo el sabor duraba todo el día.

Se vendían de forma individual y lo más característico era su forma, una especie de taco formado por tres circunferencias planas o discos unidos. Se hacían globos enormes con estos chicles.

Los chicles Bazoka hicieron varias colecciones en sus cromos, o etiquetas, una de estas colecciones fueron unas calcomanías de escudos de clubes de fútbol, podíamos encontrar los equipos más destacados de la liga española: Barcelona, Real Madrid, Bilbao, Atletico de Madrid, Valencia o el Elche C.F.


jueves, 17 de octubre de 2013

El extraño




El extraño

Unos cuantos años después que yo naciera, mi padre conoció a un extraño, recién llegado a nuestra pequeña población. Desde el principio, mi padre quedó fascinado con este encantador personaje, y enseguida lo invitó a que viviera con nuestra familia.

El extraño aceptó y desde entonces ha estado con nosotros.

Mientras yo crecía, nunca pregunté su lugar en mi familia; en mi mente joven ya tenía un lugar muy especial.

Mis padres eran instructores complementarios:

Mi madre me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi padre me enseñó a obedecer.

Pero el extraño era nuestro narrador.

Nos mantenía hechizados por horas con aventuras, misterios y comedias.

Él siempre tenía respuestas para cualquier cosa que quisiéramos saber de política, historia o ciencia.

¡Conocía todo lo del pasado, del presente y hasta podía predecir el futuro!

Llevó a mi familia al primer partido de fútbol.

Me hacía reír, y me hacía llorar.

El extraño nunca paraba de hablar, pero a mi padre no le importaba.

A veces, mi madre se levantaba temprano y callada, mientras que el resto de nosotros estábamos pendientes para escuchar lo que tenía que decir, pero ella se iba a la cocina para tener paz y tranquilidad. (Ahora me pregunto si ella habrá rogado alguna vez, para que el extraño se fuera.)

Mi padre dirigió nuestro hogar con ciertas convicciones morales, pero el extraño nunca se sentía obligado para honrarlas. Las blasfemias, las malas palabras, por ejemplo, no se permitían en nuestra casa… Ni por parte de nosotros, ni de nuestros amigos o de cualquiera que nos visitase. Sin embargo, nuestro visitante de largo plazo, lograba sin problemas usar su lenguaje inapropiado que a veces quemaba mis oídos y que hacía que papá se retorciera y mi madre se ruborizara.

Mi padre nunca nos dio permiso para tomar alcohol. Pero el extraño nos animó a intentarlo y a hacerlo regularmente.

Hizo que los cigarrillos parecieran frescos e inofensivos.

Hablaba libremente (quizás demasiado) sobre sexo. Sus comentarios eran a veces evidentes, otras sugestivos, y generalmente vergonzosos.

Ahora sé que mis conceptos sobre relaciones fueron influenciados fuertemente durante mi adolescencia por el extraño.

Repetidas veces lo criticaron, mas nunca hizo caso a los valores de mis padres, aun así, permaneció en nuestro hogar.

Han pasado más de cincuenta años desde que el extraño se mudó con nuestra familia. Desde entonces ha cambiado mucho; ya no es tan fascinante como era al principio.

No obstante, si hoy usted pudiera entrar en la guarida de mis padres, todavía lo encontraría sentado en su esquina, esperando por si alguien quiere escuchar sus charlas o dedicar su tiempo libre a hacerle compañía...

¿Su nombre?

Nosotros lo llamamos Televisor...

Nota:

¡Ahora tiene un hermano que se llama Ordenador  y un primo que se llama Móvil!

Independencia ya!!


 
 
Independencia ya!!


¡¡Que cansancio!!, si pones la radio, están hablando sobre la independencia de Cataluña, te sientas delante de la tele,  más independencia y "España nos roba", ojeas el periódico y más de lo mismo. Estoy hasta… el gorro de ver y oír las mentiras, manipulaciones y amenazas de Mas, Durán, los Pujol, Junqueras, Trías Farga… del silencio y cobardía de los políticos del resto de España, hasta el gorro del Barsa, de Piqué, Messi, Rosell y Xavi Hernandez, de Luís Llach, Albert Pla, del borriquito de Peret, del gordito Diango y hasta del asalta supermercados Sanchez Gordillo que también se sube al carro y no precisamente de la compra.

Independencia ya!!, con tal que se la den, acepto pulpo como animal de compañía, acepto la historia que se han inventado de Cataluña como centro del universo, acepto que el paraíso terrenal estuvo en Barcelona y que por tanto Adán y Eva eran catalanes y Caín y Abel hablaban catalán, que el Arca de Noé navegaba por el Delta del Ebro, que la rueda la inventó un antepasado de Jordi Pujol, que Cristóbal Colon era de Badalona, que la paella es catalana…y que Carmen de Mairena es la nueva Agustina de Aragón catalana.

Independencia ya!!, entre todos han conseguido que hayan más independentistas en el resto de España que en la propia Cataluña, si quieren mi voto para la independencia que cuenten con él, ¡¡pero ya!!.

Un viejo caballo


martes, 8 de octubre de 2013

Volar juntos


Volar juntos

Cuenta una leyenda de los indios Sioux que, cierta vez, Toro Bravo y Nube Azul llegaron tomados de la mano a la tienda del viejo hechicero de la tribu y le pidieron:

“Nosotros nos amamos y vamos a casarnos. Pero nos amamos tanto que queremos un consejo que nos garantice estar para siempre juntos, que nos asegure estar uno al lado del otro hasta la muerte. Hay algo que podamos hacer?”

Y el viejo, emocionado al verlos tan jóvenes, tan apasionados y tan ansiosos por una palabra, les dijo:

“Hacer lo que pueda ser hecho, aunque sean tareas muy difíciles. Tú, Nube Azul, debes escalar el monte al norte de la aldea solo con una red, cazar el halcón más fuerte y traerlo aquí, con vida, hasta el tercer día después de la luna llena. Y tú, Toro Bravo, debes escalar la montaña del trueno; allá encima encontrarás la más brava de todas las águilas. Solamente con una red deberás atraparla y traerla para mí, viva!”

Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron para cumplir con la misión.

Pasados unos días, los jóvenes regresaron y entregaron las bolsas. El viejo las sacó de las bolsas y constató que eran verdaderamente hermosos ejemplares de los animales que él les había pedido.

Y ahora, qué debemos hacer?”, los jóvenes le preguntaron.

“Tomen las aves y amárrenlas una a otra por las patas con esas cintas de cuero. Cuando estén amarradas, suéltenlas para que vuelen, libres”.

Ellos hicieron lo que les fue ordenado y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron volar, pero apenas consiguieron dar pequeños saltos por el terreno.

Minutos después, irritadas por la imposibilidad de volar, las aves comenzaron a agredirse una a otra, picándose hasta lastimarse.

Entonces, el viejo dijo:

“Jamás se olviden lo que están viendo. Y este es mi consejo: Ustedes son como el águila y el halcón. Si estuvieran amarrados uno al otro, aunque fuera por amor, no sólo vivirán arrastrándose sino también, más tarde o más temprano, comenzarán a lastimarse uno al otro.”

Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos, pero jamás amarrados.

Libera a la persona que amas para que ella pueda volar con sus propias alas.

Esta es una verdad en el matrimonio y también en las relaciones familiares, amistades y profesionales.

Respeta el derecho de las personas de volar rumbo a sus sueños.

La lección principal es saber que solamente libres las personas son capaces de amar.