TRILOGÍA DE LAS CRUZADAS de Jan Guillou
En el año de gracia de 1150 nace Arn Magnusson en la finca
de Arnás, a orillas del lago Vánern, en la tierra de Gótta. Es hijo de Sigrid y
Magnus, ambos de importantes estirpes emparentadas con los linajes reales noruegos
y suecos. Arn es acogido por los monjes cistercienses en el monasterio de
Varnhem, donde recibe la mejor educación espiritual y terrenal de su época.
Aprende también a manejar el arco y la espada, ya que los religiosos han
comprendido que su destino probablemente no sea el de convertirse en hermano
del monasterio, sino que será de mayor utilidad como soldado de Cristo y
defensor de la fe en Tierra Santa. Ajeno a estos planes, Arn regresa a casa a
los diecisiete años y se ve envuelto en las intrigas de los pretendientes al
trono de una Suecia destrozada por las luchas por el poder. Tras su vida en el
monasterio se encuentra también por primera vez ante la mujer, el deseo y el
amor. Dos hermanas encienden su llama, un crimen que según la ley godo-occidental
exige el mayor de los castigos: la Iglesia condenará a Arn a convertirse en
caballero templario en Tierra Santa.»
Este libro, como habréis podido adivinar por el título de
«Trilogía de las Cruzadas», se compone realmente de tres, aunque haya sido
editado también en un solo tomo recopilatorio (el que yo tengo y comento). Aun
así expondré un breve comentario de cada uno de los tres libros que componen la
saga:
Trilogía de las Cruzadas Vol I: Del Norte a Jerusalem.
Empezaré diciendo que es una novela muy entretenida, pero
que tiene una cosa que no soporto ya en la novela histórica: el protagonista es
un niño superdotado y demasiado «repelente-perfecto», siendo siempre el mejor
en todo lo que hace y aprende, la mejor persona, el más piadoso y amable y así
podíamos continuar la lista de virtudes mientras tratamos de buscar algún
defecto (¿vale que de tan bueno que es lo toman por tonto?). Y es que esta
perfección está casi predestinada desde que es pequeño, cuando se salva de la
muerte gracias a las plegarias de su madre a San Bernado de Claraval (uniendo
así el destino del niño al de los templarios, de quienes San Bernardo fue uno
de los principales impulsores). Os diría que el autor se enamoró del personaje
y, la verdad, veo difícil que la gente pueda sentirse identificada con él.
Unido a este repelente protagonista hay una igualmente
perfecta protagonista femenina que, por una traición y un engaño, se ve
separada de su amadísimo Arn, el cual es enviado a Tierra Santa por veinte años
para que purgue su pecado (pecado del que, como es tan perfecto, encima no
tiene culpa y es sólo un engaño, pero como es tan bueno asume la expiación sin
rechistar). Mal empezamos, ¿no?
Aun así, la parte política y de ambientación es muy buena y
estando ambientado este primer volumen en la Europa nórdica gana muchos
enteros, con las luchas por el control de la zona en las que el protagonista se
ve envuelto por su amistad con uno u otro noble.
En fin, si se pasa por alto lo pelmazo que puede llegar a
ser Arn, es una recomendable novela histórica sobre la Edad Media en el norte
de Europa.
Trilogía de las Cruzadas Vol II: El Caballero Templario
Muy buena novela histórica sobre las Cruzadas, que trata
justo sobre la época de la película El Reino de los Cielos e incluso tenemos al
«verdadero» Balian de Ibelin en algún capítulo (haciendo lo que históricamente
se supone que hizo y no lo que a Ridley Scott le dio la gana). Y no es el único
conocido que veremos. Al final de la novela tiene una memorable aparición un
caballero inglés llamado… sir Wilfredo de Ivanhoe… al que el protagonista (como
es tan perfecto) derrota en una justa y le da consejos sobre como comportarse y
mejorar su estilo en el futuro.
Decir que me gustó mucho más que la primera parte; aquí Arn,
aunque sigue atufando a super bueno y perfecto, es ya un veterano templario en
Tierra Santa que tiene que enfrentarse al auge de Saladino y no duda en chafar
cabezas con su maza o decapitar sarracenos pese a que, claro, como es tan bueno
y perfecto, en el fondo sólo busque la paz y sea bastante tolerante con el
Islam mientras no haya guerra.
Lo más negativo es que tenemos a su amada esperándolo
confinada en una abadía, y de vez en cuando tenemos que tragarnos capítulos
intrascendentes sobre como le van las cosas a ella en la abadía y lo lista y
buena que es, ya que hace que todo mejore pese a lo malas que son las
superioras con ella.
La ambientación sigue siendo lo mejor, aunque la acción
tampoco es que esté mal conseguida.
Protagonista aparte, buena novela sobre las Cruzadas.
Trilogía de las Cruzadas Vol III: Regreso al Norte.
Repito: odio este tipo de personajes, pero al menos éste
cuando se enfunda la armadura y saca la espada y la maza, masacra sin piedad y
se le ve una transformación hacia su lado «más salvaje».
En este último volumen el sufrido Arn, caballero templario,
vuelve a casa a reclamar lo que es suyo tras su largo y duro exilio. Como es
tan perfecto y noble, la edad solo parece afectar a su pelo, que se vuelve
canoso en lugar de rubio, pero no a sus dotes físicas ni mentales. Con casi
sesenta años sigue luchando sin ningún problema.
La novela se detiene mucho tiempo en las obras de
fortificación de sus tierras, al más puro estilo Los Pilares de la tierra,
llenando el libro con paja, historias menores y gastando muchas páginas en el
medio que hubiesen estado mejor al final, ya que el final es decente, pero
demasiado apresurado y habría quedado más redondo con algunas páginas más.
En fin, muy recomendable para amantes de la Edad Media y los
países nórdicos, y para los amantes de la novela histórica, aunque esta sea un
poco empalagosa.
La impresión general es muy positiva. Muy bien ambientada y
estructurada, y hecha con mucho cuidado histórico, pues pese a que el
protagonista es ficticio los hechos en los que participa y los personajes que
le rodean son históricos.
Lo peor, lo de siempre. Protagonistas arquetípicos de bondad
suprema e historia de amor imperecedero y sufrido hasta el final. Sin esto
podía haber sido una saga redonda, pero se queda sólo en aceptable.
Publicado por Vorimir
No hay comentarios:
Publicar un comentario