sábado, 30 de agosto de 2014

“Kafka en la orilla” de Haruki Murakami




Kafka en la orilla

de

Haruki Murakami






Kafka Tamura se va de casa el día en que cumple quince años. Le llevan a ello las malas relaciones con su padre -un famoso escultor convencido de que su hijo repetirá el aciago sino de Edipo- y el vacío producido por la ausencia de su madre; se dirigirá al sur del país, donde encontrará refugio en una peculiar biblioteca y conocerá a la misteriosa señora Saeki. Sus pasos se cruzan con los de otro personaje, Satoru Nakata, sobre quien se ha abatido la tragedia: de niño, durante la segunda guerra mundial, sufrió un accidente del que salió con secuelas y dificultades para comunicarse... salvo con los gatos.

Kafka en la orilla fué el cuarto libro que leí de Murakami, y como viene siendo habitual con este autor, vuelve a conseguir llevarme a su terreno, a ese mundo en el que la realidad y la fantasía se unen. A mí Murakami es un autor que me fascina, pero entiendo que haya gente a la que no le gusté. Es más, me parece que es un escritor que o te gusta mucho o no te convence en absoluto.

Creo que es muy importante a la hora de leer un libro de este escritor, ir con la mente totalmente abierta, aceptar todo lo que te cuenta sin cuestionar todo lo que ocurre. Creo que esta es la verdadera forma de disfrutar de un libro de Murakami. Si empiezas a plantearte porque los gatos hablan o caen peces del cielo, se pierde la magia. Se tiene que aceptar la parte de fantasía que hay en los libros de este autor.

En Kafka en la orilla, tenemos dos historias. Por un lado, esta Kafka Tamura. Un chico de quince años que se escapa de casa buscando huir de una profecía que le hizo su padre siendo muy niño. Kafka no es un adolescente corriente, es muy callado, muy triste y un lector empedernido. Sus pasos le llevarán a la Biblioteca Komura donde trabaja Oshima, que se convertirá en su principal punto de apoyo. Y la señora Saeki, una mujer de mediana edad muy hermosa y enigmática que esconde un pasado trágico detrás.

Los capítulos se alternan para contar la historia de Nakata. Un anciano, que de niño le ocurrió algo bastante misterioso mientras estaba de excursión con su profesora y compañeros de clase. Desde ese momento, es incapaz de leer, pero se comunica perfectamente con los gatos.

Las dos historias sin punto de conexión aparente, se van entrelazando a medida que avanza la novela. La verdad es que no me suele ocurrir esto, porque siempre me suelo decantar por una, pero esta vez las dos partes me parecieron igual de interesantes. Leía con igual agrado los capítulos de ambos protagonistas. Aunque no niego que Nakata resulta ser un personaje mucho más peculiar que Kafka y al que se le coge cariño mucho más rápido.

El punto fuerte de esta novela son sus personajes. Nakata, su eterno compañero Hoshino, Oshima o Kafka tardan en irse de la mente. Yo me quedo con Oshima y sus reflexiones. Cada vez que abría la boca no podía más que aplaudirle. A Nakata y a Kafka me daban muchas ganas de protegerlos y Hoshino conseguía hacerme reír. Son personajes maravillosos los cuatro. La señora Saeki no ha conseguido llenarme tanto, porque tengo la sensación de que nunca la llegue a conocer del todo por culpa de toda esa tristeza y misterio que la rodea.

A Murakami le encanta mezclar el mundo onírico con el real y en Kafka en la orilla eso está muy presente. No es un libro que recomendaría a alguien que no haya leído antes a este autor antes porque le puede parecer una novela bastante rara. Yo siempre recomiendo empezar por sus novelas más "normalitas" como Tokio blues o Al sur de la frontera, al oeste del sol.

Sinceramente no sé qué es lo que me fascina tanto de este escritor. Cuando me pongo a pensar fríamente en él, me doy cuenta de que escribe de una forma sencilla, y puede que a veces ralentice la acción al dar más detalles de los necesarios, pero mientras leo sus novelas es como si entrara en fase de hipnosis. Consigue que me interese por todo lo que me cuenta, aunque sea que están comiendo los protagonistas. Y después, cuando cierro el libro, me sorprendo pensando en la novela y me vienen imágenes a la mente. Sus historias, sus personajes, su forma de escribir me resultan muy atrayentes.

Kafka en la orilla, debajo de toda su fantasía, es una novela sobre la madurez, sobre dejar el pasado atrás por muy trágico que sea y continuar viviendo, porque la vida realmente merece la pena.

En resumen, “Kafka en la orilla” es, quizá, el libro más profundo de Murakami, mantiene sus componentes obsesivos: heridas de amor, personajes desaparecidos, gatos portadores de mensajes, amores inalcanzables, música, personajes extraños y sucesos enigmáticos. Es también una historia sobre la soledad, como cada persona encuentra su camino en este mundo. Construye una espiral doble con dos personajes que están en búsqueda de sí mismos o, mejor dicho, buscan el verdadero significado de su identidad. Murakami ha encontrado el camino para obtener la respuesta a la búsqueda de sí mismo. «El principio del laberinto reside en tu propio interior [...] lo que existe fuera de ti es una proyección de lo que existe en tu interior. Lo que hay dentro de ti es una proyección de lo que existe fuera de ti».

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