jueves, 12 de diciembre de 2013

La rosa amarilla


 

Cierto día en un monasterio Budista, se encontraron con la  muerte de uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un  substituto.  El Gran Maestro convoco a todos los discípulos para  determinar quién sería el nuevo centinela.  El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, dijo: "Asumirá el puesto el primer monje que resuelva el  problema que voy a presentar." 

Entonces coloco una magnifica mesita en el centro de la  enorme sala en que estaban reunidos y encima de esta,  coloco un jarrón de porcelana muy raro con una rosa  amarilla de extraordinaria belleza en él y dijo así:  "!Aquí está el problema! " 

Todos quedaron asombrados mirando aquella escena;  un jarrón de extremo valor y belleza, con una maravillosa  flor en el centro.  ¿Que representaría?, ¿Qué hacer?, ¿Cuál es el enigma?

En ese instante, uno de los discípulos saco una espada,  miro al Gran Maestro, y a todos sus compañeros,  se dirigió al centro de la sala y ... ZAZ ...  destruyo todo de un solo golpe.  Tan pronto el discípulo retorno a su lugar, el Gran Maestro  dijo: "Usted será el nuevo guardián del Castillo".    

Moraleja de la Historia: No importa cuál sea el problema, ni que sea algo lindísimo,  si ves un problema, precisa ser eliminado, terminado, concluido.  Un problema es un problema, no importa que se trate de una  mujer sensacional, o de un hombre maravilloso o de un gran  amor que se acabó, por más bonito que sea o haya sido, si no  existiera más sentido para el en tu vida, tiene que ser suprimido  porque corres el riesgo de permanecer con él, el resto de tu vida. 
Muchas personas cargan la vida entera el peso de cosas que  fueron importantes en el pasado, y que hoy solamente ocupan  un espacio inútil en sus corazones y mentes, espacio que es  indispensable para recrear la vida, sobre todo si el problema  es algún sentimiento de rencor o reproche, que aunque en algún  momento de tu vida te haya hecho mucho daño, eso solo forma  parte de un pasado.   

Existe un proverbio Chino que dice: "Para poder beber vino es necesario primero tirar él té".   

Limpia tu vida, comienza por las gavetas, armarios, hasta  llegar a eso que ya no hacen  más sentido y que están ocupando  espacio y que muchas veces lejos de ayudarte te hiere y te  impide tomar un curso diferente en tu vida. 

El pasado sirve como lección, como experiencia, como  referencia. El pasado sirve para ser recordado y no para  ser revivido. Usa las experiencias del pasado en el presente,  para construir tu futuro.

Necesariamente en ese orden.

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