Subiendo una escalera, hemos de darnos cuenta de que no solo hay peldaños,
de que también hay puertas, unas cerradas, otras abiertas.
difíciles de encontrar o de entrar en ellas.
una sensación distinta, por ello, al pasar debes pensar diferente en cada puerta,
adaptando tus recuerdos a las nuevas emociones.
A veces puertas de distinto material y de igual objetivo, lo único que hemos de hacer es ATREVERNOS A PASAR, atrevernos a conocer un mundo, en el que no somos los dueños.
La puerta a la que queremos llegar está lejos y no sabemos como entrar, somos nosotros los que debemos cambiar los que debemos adaptarnos, para poder entrar y formar parte de la magia que tienen las puertas de lo desconocido
Otras veces, es tan fácil entrar que ni siquiera dudamos un momento para echar a caminar.
Parece que podemos ver lo que hay detrás, pero lo cierto es que solo vemos lo que la puerta nos quiere mostrar.
Cada puerta, cada destino, cada emoción, cada color, cada forma, cada sentimiento, cada textura, cada latido del corazón, cada misterio, cada cerradura, cada duda, cada paso, cada sueño, cada deseo, cada problema, cada dificultad, cada una de todas estas cosas tiene su solución, primero es dar el paso encontrar tu cerradura, abrir la puerta, y disfrutar de lo que hay tras ella, cada puerta es tuya, cada momento, puedes vivirlo como desees si realmente lo deseas.
Abre tu puerta, déjate por la melodía de lo desconocido y vive, vive cada momento…yo ya encontré la llave, que abre mi puerta, tu puerta, nuestra puerta….
¿Cuál es la puerta que te cuesta tanto abrir?, tengo muchas llaves para ti.
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